Libros

Ventana Esquizo, de Agustín Campos.

Novela. Páginas: 82. Deauno.com

“Nací en una casa que flotaba sobre un río caudaloso. El río se llevaba todos los sueños y los ahogaba. Te arrancaba las alas justo antes de que emprendieras tu primer vuelo. Ya desde el comienzo me di a la búsqueda de una línea de fuga y aún no he acabado con esa exploración.”
A partir de un encuentro con su antiguo psiquiatra, Máximo Riels comienza a revivir una vorágine de momentos que lo marcaron para siempre, cada una de las circunstancias de la vida que lo llevaron hasta ese preciso instante. Sin embargo, es su oportunidad de rebelarse contra ellas, de cuestionarlas, de mirarlas a la distancia y, a la vez, con la subjetividad que hace que los recuerdos se transformen y se resignifiquen con el pasar de los años.
Agustín Campos narra con absoluta naturalidad el recorrido por los recovecos de la compleja mente del protagonista de su novela. Según sus propias palabras, “Ventana Esquizo podría ser un artefacto a través del cual se da una mirada al mundo interior de una persona y una mirada de esta persona al mundo exterior. Las palabras del libro funcionan como un cristal opaco que divide las dos realidades.“

Agustín Campos (1980) nació y vive actualmente en la Ciudad de Buenos Aires. Se ha dedicado a escribir desde sus 20 años, marcado por la vasta colección de libros de su abuelo junto a la que un cartel afirmaba que ”la verdadera universidad de nuestros días está en una buena biblioteca”. Influenciado por la obra de Burroughs, Hesse, Sallinger, Cortázar, Vargas Llosa y Sábato, entre otros, afirma que escribir para él es “el último refugio de sentimientos y pensamientos a los que no se debe renunciar.” Ventana Ezquizo es su primera novela.

Puntos de venta (en papel y formato digital):
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Lunes! Comunicación
Daniela Coló - Karina Crulcich





EDICIONES EN HUIDA (Colaboración para ARGENPRESS CULTURAL)


En el inicio de la nueva novela de Edgar Borges (Caracas, 1996), el personaje que cuenta el día a día de una investigación sobre la obra de Peter Handke, dice en voz alta: “Hace algún tiempo Peter Handke declaró que ‘Nuestra venerable Europa ha perdido la razón’. Yo sigo pensando que lo que ha perdido Europa es la belleza”.

Con semejante afirmación, el autor juega a marcar un ritmo, que como una triada, coloca en el espacio tiempo de la obra tres voces: el investigador, Peter Handke y el propio Edgar Borges. Y es que el nuevo libro del escritor venezolano utiliza las leyes de su ficción para investigar la realidad. Su sólo título anuncia una historia rompedora de paradigmas: El hombre no mediático que leía a Peter Handke” (Ediciones En Huida, España 2012).

Edgar Borges se vale de géneros tan diversos como la novela, la entrevista y el diario para montar una investigación sobre las bases de una ficción. Para ello se ubica a si mismo, en primera, segunda y tercera persona, como el actor que interpreta a un hombre cuyo único bien comunicacional es la biblioteca Peter Handke (Griffen, Austria, 1942). La obra, definida por su creador como “una investigación novelada en clave de diario”, obtuvo una beca residencia en el Centre d’Art La Rectoria de Barcelona.

“El hombre no mediático que leía a Peter Handke” es una novela contada en el tiempo real de una investigación. El autor, frente a un reloj de pared, va tomando apuntes de los datos que recopila y de los acontecimientos cotidianos que ocurren a su alrededor. Rutina familiar e investigación libran una batalla en el interior de un hombre que, por su condición de “autista mediático”, no tiene definida la vía para relacionarse con el resto de la sociedad. La imaginación, la palabra, la imagen, ¿puertas selladas o caminos por recorrer? En algún momento el investigador-personaje se confiesa diciendo que “El hombre no mediático no sufre de angustia ni de ataques imprevistos de prisa. Su lentitud visual le permite ver detalles inexistentes para la mayoría. Sin embargo, él tiene serios problemas para relacionarse con el resto. Su particularidad lo aleja de los otros. Y esto, a pesar de que aún no le representa desequilibrio, opera como una bomba alojada en su existencia (y que podría activarse en cualquier momento). ¿Qué hacer? ¿Cómo detener el inminente peligro que amenaza con implosionar su yo? ¿Él o los otros? Él desearía que el resultado fuese él y los otros, pero sabe que sostener su particularidad no es tarea sencilla”. Desde el inicio la novela le marca al lector un pulso de tensión que invita a preguntarse ¿Quién cuenta la realidad de quién? ¿El investigador o el autor? ¿Acaso el autor no es el investigador? ¿Cómo es posible que, en tiempos de saturación informativa, exista un hombre no mediático?

La biblioteca de la obra de Peter Handke le sirve al investigador como fuente para descubrir la relación entre la palabra y las sensaciones. En el desarrollo de la novela surgirán diversas referencias y extractos de los libros de Handke, autor de novela, poesía y teatro que trabaja los problemas de comunicación de los seres humanos y el lenguaje como espacio de reinterpretación de los vínculos. En paralelo al valor literario de la obra de Handke, la novela de Edgar Borges relata, con datos de la época, los sucesos que teniendo como centro la guerra de los Balcanes, enfrentaron a Peter Handke y el poder mediático-cultural de Europa.

La estructura de la novela, en lugar de capítulos, se divide en 32 Puertas. En este entramado, donde la ficción juega con la realidad, el autor entrevista a Cecilia Dreymüller (Alemania), Vicente Huici (España), Fernando Báez (Venezuela), Vicente Luis Mora (España), Eustaquio Barjau (España), Sandra Santana (España), Aleksandar Vuksanović (Serbia) y Luis Ureta (Chile), unos novelitas, otros poetas, dramaturgos, investigadores o traductores de la obra de Handke. La editorial sevillana Ediciones En Huida asume esta obra como “centro para equilibrar varias ideas que permitan generar una nueva relación entre literatura, géneros y amplitud lectora”. Por su parte, el escritor y crítico español Vicente Luis Mora considera que “El hombre no mediático que leía a Peter Handke es un hallazgo por la acertada mezcla que hace de realidad, ficción, novela, entrevista y diario en beneficio de una investigación”. Edgar Borges es autor de novelas como ¿Quién mató a mi madre? (Finalista del Premio Ciudad Ducal de Loeches, Madrid 2008) y La contemplación (Premio Internacional “Albert Camus” 2010). Sus relatos han sido incluidos en antologías publicadas en España, México e Italia. En las bibliotecas de las principales Universidades de Estados Unidos se encuentran registrados diversos estudios sobre su obra. El hombre no mediático que leía a Peter Handke, según palabras de su creador, “es una novela de ficción sobre un hombre que desconoce los contenidos mediáticos. Lo curioso es que, gracias a ese desconocimiento, se hace compleja la comunicación entre él y los otros”.

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«La mansa», una espléndida nouvelle de Dostoievski traducida por Víctor Gallego. Una implacable mirada a la intimidad de un matrimonio. Una implacable reflexión sobre el matrimonio como institución. «Un libro muy pequeñito, pero para nosotros demasiado grande, inalcanzablemente grande» (Kunt Hansum).











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