jueves, 15 de noviembre de 2012

LA ENTREVISTA. Amanda Pedrozo Cibils, literatura con sangre guaraní


Hace algunos años, durante un encuentro de Los Puños de la Paloma en la provincia de Santa Fe auspiciado por Norma Segades, la escarabaja Andrea Victoria Álvarez tuvo oportunidad de conocer personalmente a una de las voces más notables de la actualidad en Paraguay. Quien suscribe estás líneas no tuvo oportunidad de viajar en esa ocasión. Es así que este año durante el Primer Festival de la Poesía (en Santa Fe) me esperancé con la posibilidad de entrevistarla para El Escarabajo Literario.  Pero vaya a saberse porqué retorcido designio del Destino nuestros caminos volvieron a desencontrarse. Más allá de algún risueño comentario al respecto, dicho retorcido designio fue la interrupción del mandato del mandatario paraguayo, el señor  Fernando Lugo, por un golpe institucional. Por lo tanto Amanda escritora, periodista y poeta comprometida con su tiempo y su país, decidió que no era el momento de viajar al encuentro poético.  Como directora del Diario Popular sintió que su deber era permanecer en su país para seguir los adversos acontecimientos históricos en contra del sistema de gobierno democrático.  En este número reproducimos íntegramente la emotiva carta que se leyó en la apertura del festival de poesía para explicar su ausencia.
En mi caso particular, pensé que esperar hasta el año próximo para entrevistarla era un despropósito. Sobre todo teniendo en cuenta las jugarretas que nos jugó el  azar en nuestros posibles encuentros anteriores. Por lo tanto, aprovechando las ventajas del correo electrónico, he aquí el sabroso diálogo digital:


R.B: -Amanda, leyendo tus historias se nota la impronta de los mitos y leyendas de tu tierra guaraní. ¿Podrías hacer una breve reseña de tu infancia en ese clima mágico?
A.P: -Nosotros crecimos en ese mundo donde la fantasía era la realidad diaria y la realidad no era tan importante como para tomarla en serio, en donde se juzgaba a la gente por su carácter, sus intenciones y su corazón, no por lo que tenían dado que ya nos habían contado que el dinero es sólo papel y de esos papelitos no teníamos muchos. Nunca supimos muy bien dónde terminaba la fantasía y comenzaba la realidad, siempre malicié que el entramado entre ambas era demasiado estrecho, por eso no podíamo separarlas... Vivíamos noches solían ser de música y baile, y cuando no, nos hacían estremecer de un miedo delicioso contándonos casos de nuestros personajes míticos, a la luz de alguna vela que alguien apagaba de repente para dar fuerza a la narración. Y luego, dormíamos en catres o hamacas, bajo los árboles. Todavía maliciando que algún pombero robusto y peludo era el que silbaba en la noche.  Fue una niñez muy feliz y estremecedora.

R.B: -¿La literatura era tu inclinación desde pequeña? ¿Cuánto tuvieron que ver las influencias familiares o de tus educadores?
A.P: -Somos de la generación que tenía sólo dos modos de entretenerse: los juegos y la lectura. Abusé de los juegos, abusé de la lectura. En casa a veces estábamos dispersos de la cocina a la sala y los dormitorios, todos leyendo y cada uno con su terere a mano. Mis tías leían novelitas de amor e historias de santos; mi abuelo leía Luz (un manualcito sexual), novelas, cuentos, a más de revistas de carpintería, libritos de cowboy e historia; mamá y abuela enloquecían por las novelas y revistas de manualidades; a papá le gustaba leer acerca de religiones, esoterismo, historia, brujería, folklore, poesía, filosofía, tratados de anatomía, enciclopedias... tenía tíos también viviendo allí, que leían poemas para musicalizarlos y llorar guitarreando. Mi hermano leía novelas y revistas, yo leía todo lo que había en la casa. Aunque en la biblioteca nos marcaban los libros PROHIBIDOS y ésos eran los que solía releer. Creo que papá y abuelo hacían eso para incitarnos a leer esos textos más bien. Tenían razón, las prohibiciones son un imán poderoso.
Y las veces que nos preguntaban qué queríamos ser cuando grandes, sólo tenía claro que no iba a ser yo quien rompiera la cadena de cuentos familiares, sólo que quería escribirlos además.          

R.B: -¿Cuáles son tus autores favoritos? ¿Qué lecturas te marcaron?
A.P: -Me parece que todas las lecturas nos marcan de algún modo. En alguna parte de la memoria quedan, como fichas que saltan cuando hay necesidad. Y a veces de forma inoportuna también. Hay libros que releí muchas veces, desde luego seguro que eso corresponde a diversas etapas de la vida. Primero estaba apasionada por Julio Verne, Walt Whitman, Alejandro Dumas, lecturas de la infancia... luego ya entraron a mi vida Manuel Ortiz Guerrero (un poeta compatriota); Dante; Omero; Cervantes; Quevedo; Neruda; los poetas malditos y en fin, hasta que dieron paso a Dostoiewski, Kafka, Sthendal, y éstos a los del boom latinoamericano, sobre todo Julio Cortázar y García Márquez. No se para nunca de leer. Me gustan mucho la literatura rusa y latinoamericana.   

R.B: -Según mi criterio personal pienso que la escritura es una acción política ¿Piensas que la literatura y la poesía, en la época actual, puede ayudar a cambiar el status quo de las luchas sociales? ¿O, en su defecto, son meras utopías irrealizables?
A.P: -Pienso que toda actitud es política. Que emitir un concepto, así sea sobre el amor, revela una ideología. Y las palabras significan, tienen su fuerza y su peso. Presionan, por eso hay censura, por eso han habido presos políticos (y hay) que no han cometido más "pecado" que hablar, gritar o escribir. Si no tuvieran las palabras fuerza para inclinar la balanza, si no supieran eso por experiencia los gobernantes y políticos, no habrían habido persecuciones ideológicas en el mundo, mordazas, torturas, asesinatos para acallar.  No creo que los ideales sean utópicos, lo son mientras no se cumplen, y cuando se cumplen hay nuevas necesidades y sigue la lucha. Y está bien, porque el otro lado de la moneda es el cómodo conformismo, la estúpida resignación, o peor aún: el acomodo, la delación, están los vendepatrias, los que chupetean medias, los que sólo piensan en sí mismos.

R.B.: -¿Cómo es un día típico en tu vida? 
A.P: -Nosotras batallamos en familia, siempre tuvimos la sensación, mis hermanas y yo, de que somos un solo cuerpo y que estamos completas recién cuando nos reunimos todas. Así que nos encargamos de mamá, que vive extraviada en sus olvidos y a la cual tenemos que recontarle las historias familiares todos los días (y noches antes de dormir, ahora es nuestro turno); vigilo las plantas en su casa, y después me esperan mis roles diversos en mi casa dado que soy mamá, esposa, abuela... en medio de todo eso me informo, escribo, me conecto a mis amigos y amigas, escribo otra vez, y leo, luego derechito al diario donde trabajo y también allí se me mezclan las noticias que debemos procesar, con los cuentos, los poemas... en fin, una vida común que termina con largas conversaciones de madrugada, con una de mis hermanas que también es escritora. 

R.B.: -¿Tiene algo que ver el guarani, que es uno de los dos idiomas oficiales en tu país, con la literatura paraguaya?
A.P: -Creo que el guarani tiene que ver hasta con nuestro modo de vivir, y desde luego, de escribir. Por más que escribamos en castellano, en realidad muchos de los giros y construcciones gramaticales los hacemos "traduciendo" del guarani aunque generalmente sin darnos cuenta. Ocurre lo mismo con los conceptos, las palabras guaraníes encierran no sólo el significado en sí, sino el concepto que se tiene de ese significado. Así de complicado y de simple. El guarani es nuestra alma, nuestro modo de andar en este mundo de oscuridades y de luz.

R.B.: -Antes de terminar la entrevista, quería volver sobre la actualidad política de tu país, pues creo avizorar una cabecera de playa en contra de las jóvenes democracias latinoamericanas que se oponen a ciertos intereses de las hegemonías regionales en temas (o excusas) tan sensibles como el combate contra el narcotráfico, el contrabando armamentista, bases militares o la "protección" de los recursos naturales, por caso elacuífero guaraní. 
A.P.: -Acá se busca excusas para lo que se ha hecho al cambiar de la noche a la mañana un presidente elegido por el pueblo. Entonces, se demoniza como en los viejos tiempos de las sangrientas tiranías latinoamericanas, a la izquierda. Irracionalmente, en momentos en que se suponía que habíamos superado totalmente esa visión absurda, vuelve la división entre izquierda y derecha, sin grises inclusive. Entonces, como el gobierno de facto es de derecha, resulta que se ha llegado al colmo, por ejemplo, de que en algún medio aparece como "identificado" un periodista que se estaba manifestando en uno de los tantos escraches a Federico Franco. Eso lo ha hecho un medio de prensa. 
Así que, al viejo estilo, te acusan de "izquierdista" como si fuera un delito o un pecado. Hacen esta relación simple: izquierdista = comunista = secuestradores, guerrilleros, apañadores de terroristas. 

  Hay hasta ahora dudas acerca del pretexto que se ha tomado para el juicio político a Lugo, hay certeza de que no se ha cumplido con el tiempo legítimo de defensa, y todo el mundo cree lo que quiere creer, sin atender a razonamientos. Hemos llegado a un momento en que sos golpista o antigolpista en Paraguay. Y ya existe el "golpismo" y "antigolpismo", se han hecho escandalosos acercamientos y alianzas políticas, precandidatos a la presidencia para el 2013 se han echado las caretas mutuamente, y luego los hemos visto juntos en el mismo pañal desechable. En fin, los de derecha temen que vuelva un gobierno de izquierda aunque sea tibia, simplemente porque saben que ya se ha prendido el foquito de alarma y cualquier presidente socialista o cuasi, que asuma en el 2013, tendrá que tomar fuertemente las riendas y ejercer realmente el poder, escindiendo de su cercanía a gente que podría hacerle lo mismo que a Lugo. Y la izquierda y centro-zurda que llegó al poder a cura, además se encuentra dividida en este momento. Los temores internos son tantos que en este momento no llegamos a considerar en serio lo externo. Y los trapos sucios no se están lavando sólo en casa. Pero desde luego, ¿cómo desconocer que lo que pasó en Paraguay puede copiarse en otros países de nuevas y frágiles democracias con opción preferencial por los pobres?

R.B.: Por último ¿podrías adelantarnos tus próximos proyectos? 
A.P: -Ahí estoy a mitad de un libro de cuentos, también peleando con una novelita, inicio un libro de poemas, y estoy escribiendo también casos en guarani, acerca de mujeres. Mi mayor entusiasmo en este momento radica en las actividades de dos grupos en los que estoy: Escritor Róga, con el ideal de conseguir con el tiempo una casa-refugio para la vejez digna de escritores y escritoras menos favorecidos/as económicamente, y Los Puños de la Paloma, que reúne a escritoras bajo la batuta sabia e incansable de la colega correntina Norma Segades. 
   

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias porque pese a los desencuentros, nosotros, lectores tenemos posibilidad de saber de esta poeta y de su pensamiento. Gracias, felicitaciones a ella por su permanente búsqueda y tener la facilidad de poder escribir novela, cuentos y poesía.

Lily Chavez

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GRACIAS POR TU COMENTARIO -EL ESCARABAJO LITERARIO-